C/Martí d’Ardenya nº6 – 43001 – Tarragona
En el mundo de los niños todo es diferente al mundo de los adultos.
Es una frase que parece muy sencilla, pero también es el principio por el cual se tiene que empezar un proyecto como el de guardería. Su realidad es totalmente diferente a la nuestra, por lo tanto, hay que hacer un esfuerzo imaginativo y pensar cómo piensan ellos.
Por este motivo, hemos tomado como hilos argumentales dos conceptos que son la altura y la materialidad.
Las cosas que pasan por debajo de 0,80m de altura son completamente diferentes de las que pasan por sobre. La visión, la interacción, el tacto, la peligrosidad de elementos punzantes o eléctricos, las protecciones tendrán que ser consecuentes con su altura.
Por otro lado, una estética neutra, que no invada el espacio, alejada de los materiales sintéticos y plásticos.
Los colores se encuentran en los mismos niños, a sus juguetes, a sus vestimentas, por lo tanto, cualquier color impuesto, entrará en discordancia.
El uso del blanco y la madera permitirá destacar un foco de atención en diferentes elementos, y a la vez, presentar una propuesta sostenible y consciente con el uso de materiales naturales.
Es por eso que se ha creado un elemento común que permita unir estos dos conceptos.
Se trata del ZÓCALO
Se tiene que conseguir una zona cálida, confortable visualmente y térmicamente, resistente a las veces, fácil de lavar y mantener: la «franja infantil».
En resumen, una franja capaz de absorber todas las necesidades de los niños. Esta franja creará una diferencia de color y usos respecto a la “franja adulta”.
Se irá transformando, apareciendo y desapareciendo, e incluso sofisticando, incluyendo elementos como la iluminación o el mobiliario.
De este modo, este elemento zócalo tomará gran parte de protagonismo dentro del proyecto.
A la parte superior de este zócalo colocaremos mobiliario de almacenamiento, cierres de las puertas, enchufes y una serie de objetos que no queremos que queden al alcance de los niños.
Este elemento zócalo provocará que toda la guardería se entienda como una misma unidad, y diferenciará los dos mundos; el mundo de los niños y el mundo adulto.
En el mundo de los niños todo es diferente al mundo de los adultos.
Es una frase que parece muy sencilla, pero también es el principio por el cual se tiene que empezar un proyecto como el de guardería. Su realidad es totalmente diferente a la nuestra, por lo tanto, hay que hacer un esfuerzo imaginativo y pensar cómo piensan ellos.
Por este motivo, hemos tomado como hilos argumentales dos conceptos que son la altura y la materialidad.
Las cosas que pasan por debajo de 0,80m de altura son completamente diferentes de las que pasan por sobre. La visión, la interacción, el tacto, la peligrosidad de elementos punzantes o eléctricos, las protecciones tendrán que ser consecuentes con su altura.
Por otro lado, una estética neutra, que no invada el espacio, alejada de los materiales sintéticos y plásticos.
Los colores se encuentran en los mismos niños, a sus juguetes, a sus vestimentas, por lo tanto, cualquier color impuesto, entrará en discordancia.
El uso del blanco y la madera permitirá destacar un foco de atención en diferentes elementos, y a la vez, presentar una propuesta sostenible y consciente con el uso de materiales naturales.
Es por eso que se ha creado un elemento común que permita unir estos dos conceptos.
Se trata del ZÓCALO
Se tiene que conseguir una zona cálida, confortable visualmente y térmicamente, resistente a las veces, fácil de lavar y mantener: la «franja infantil».
En resumen, una franja capaz de absorber todas las necesidades de los niños. Esta franja creará una diferencia de color y usos respecto a la “franja adulta”.
Se irá transformando, apareciendo y desapareciendo, e incluso sofisticando, incluyendo elementos como la iluminación o el mobiliario.
De este modo, este elemento zócalo tomará gran parte de protagonismo dentro del proyecto.
A la parte superior de este zócalo colocaremos mobiliario de almacenamiento, cierres de las puertas, enchufes y una serie de objetos que no queremos que queden al alcance de los niños.
Este elemento zócalo provocará que toda la guardería se entienda como una misma unidad, y diferenciará los dos mundos; el mundo de los niños y el mundo adulto.